
Dos jóvenes, dos épocas distintas, dos caminos únicos…
Pero un mismo fuego en el corazón: el amor radical por Cristo.
Pier Giorgio, estudiante universitario, alpinista y amigo de los pobres, vivió el Evangelio con una sonrisa en el rostro y los pies llenos de barro, recorriendo barrios para llevar comida, consuelo y esperanza.
Carlo, adolescente de camiseta y jeans, enamorado de la Eucaristía, dedicó su corta vida a hacer visible el misterio más grande de nuestra fe… usando una computadora. Su sitio web sobre milagros eucarísticos sigue evangelizando hasta hoy.
Ambos murieron jóvenes. Ambos vivieron con intensidad.
Ambos nos gritan desde el Cielo que la santidad no es solo para monjes o mártires, sino también para católicos de pie.
Y no serán los únicos: el 19 de octubre serán canonizados otros siete beatos, incluyendo a José Gregorio Hernández, médico de los pobres, y Bartolo Longo, apóstol del Rosario.
¡La Iglesia sigue elevando al Cielo testimonios que transforman!
🌟 La santidad no se trata de hacer cosas extraordinarias…
Sino de vivir lo ordinario con un amor extraordinario.
Frassati y Acutis lo entendieron. Y lo vivieron.