El Sagrado Corazón de Jesús: un amor que arde por ti

¿Alguna vez te has sentido cansado de darlo todo y no sentirte correspondido?
¿Te ha pasado que amas, sirves, perdonas… y aún así cargas con el peso de no ser suficiente?

Hay un Corazón que te comprende.
Un Corazón traspasado por amor.
Un Corazón que no deja de latir por ti.

El Sagrado Corazón de Jesús no es solo una imagen devocional, ni una tradición más en la Iglesia. Es una llamada directa al centro de nuestro ser: al corazón herido, al corazón que duda, al corazón que anhela amar y ser amado.

Desde los primeros siglos del cristianismo, los fieles han buscado consuelo en el Corazón de Cristo. Pero fue en el siglo XVII cuando este amor tomó forma concreta en las revelaciones que Jesús hizo a Santa Margarita María de Alacoque. Allí le pidió algo claro y radical: que se celebrara una fiesta para honrar públicamente su Corazón y que lo amáramos como Él nos ha amado.

Hoy, seguimos respondiendo a esa invitación.

El Corazón de Jesús es símbolo de su entrega total en la cruz, sí, pero también de su paciencia diaria contigo, de su ternura cuando tropiezas, de su fuerza cuando todo te cuesta.

San Juan Pablo II decía que esta devoción “nos recuerda el misterio del amor de Dios por el pueblo de todos los tiempos”.
Y es verdad: no hay época, cultura ni corazón humano que no necesite ese amor.

🔥 Un amor que no se apaga.
🔥 Un amor que se deja encontrar en la Eucaristía.
🔥 Un amor que quiere reinar en tu vida, en tu familia, en tus luchas y alegrías.

Este 27 de junio, al celebrar la Solemnidad del Sagrado Corazón, te invitamos a ir más allá del rito externo.
Haz un espacio para contemplarlo.
Entrónalo en tu hogar.
Entrégale tus batallas.
Y sobre todo… deja que Él te ame.

“Oh Sagrado Corazón de Jesús, a Ti consagro y ofrezco mi persona y mi vida…”
– Santa Margarita María Alacoque